Introducción
¿Alguna vez has sentido que tu teléfono “te conoce demasiado bien”?
Buscas una receta de paella y, al poco tiempo, empiezan a aparecerte anuncios de arroz, ollas y escapadas gastronómicas. No es magia ni casualidad: es la mirada algorítmica.
Vivimos rodeados de sistemas que interpretan y clasifican cada interacción digital que hacemos. Nuestros clics, búsquedas y desplazamientos se convierten en datos que alimentan modelos automatizados. Esos modelos no solo nos muestran información: deciden qué vemos, en qué orden y con qué énfasis. En otras palabras, moldean nuestra experiencia del mundo.
Qué es la “mirada algorítmica”
La mirada algorítmica describe cómo los algoritmos “ven” la realidad: filtrándola, cuantificándola y organizándola según criterios programados.
Filosóficamente, recuerda al panóptico descrito por Michel Foucault: una estructura de vigilancia constante que influye en el comportamiento de quienes saben que pueden ser observados. Hoy, no es un guardia el que vigila, sino plataformas digitales que recopilan datos de forma continua.
El filósofo Jordi Pigem lo resume así: “la mirada algorítmica reduce el mundo a objetos cuantificables, listos para ser manipulados y comercializados”. Lo que no cabe en un dato, simplemente, se pierde.
El capitalismo de vigilancia
La mirada algorítmica opera en un contexto económico muy concreto: el capitalismo de vigilancia, concepto popularizado por Shoshana Zuboff para describir el modelo de negocio basado en extraer, procesar y monetizar datos personales.
En este sistema, no somos tanto clientes como materia prima. Los datos sobre nuestras acciones sirven para predecir —y a veces influir— en nuestras decisiones futuras.
Efectos culturales clave: - Normalización de la vigilancia: asumimos que todo queda registrado.
- Burbujas informativas: vemos más de lo que confirma nuestras creencias y menos de lo que nos cuestiona.
- Pérdida de autonomía: nuestras elecciones están filtradas por lo que un algoritmo prioriza para nosotros.
Lo más llamativo es que damos nuestros datos sin ningún tipo de conciencia de que las plataformas los gestionaran para devolvernos una dieta de instrucciones que nos harán movernos en la dirección que les interese (comprar determinados productos, contratar determinados servicios, o consumir determinadas ideologías).
En este entorno, exite algunos escasos recursos para defendernos como individuos. La formación en datos tal vez sea uno de ellos.
Alfabetización de datos: más que una habilidad técnica
La alfabetización de datos suele entenderse como la capacidad de leer gráficos, interpretar tablas o manejar hojas de cálculo. Pero en la era del capitalismo de vigilancia es mucho más: es una forma de resistencia cultural y ética.
Implica desarrollar la capacidad de:
- Cuestionar de dónde vienen los datos y cómo se recogen.
- Detectar sesgos y limitaciones en las métricas.
- Entender cómo los algoritmos afectan nuestras percepciones.
- Tomar decisiones informadas para proteger la privacidad y la diversidad cultural.
Una ciudadanía con alfabetización de datos crítica no solo consume información: la interpreta, la cuestiona y exige transparencia.
Estrategias para un humanismo digital
Para que la alfabetización de datos sea transformadora, necesitamos acciones a varios niveles:
- Educación: integrar competencias de datos y pensamiento crítico desde la escuela hasta la formación profesional.
- Divulgación ciudadana: talleres y recursos accesibles para todos los públicos.
- Transparencia algorítmica: exigir explicaciones claras sobre cómo funcionan los sistemas que influyen en nuestras decisiones.
- Diseño ético: auditorías y evaluaciones de impacto antes de lanzar productos digitales.
- Cultura de reflexión: equilibrar la eficiencia tecnológica con valores humanos como la empatía, la creatividad y el pensamiento crítico.
Recuperar la mirada
La alfabetización de datos no es un lujo, sino una competencia básica para vivir con autonomía en el siglo XXI. Frente a la mirada algorítmica, necesitamos desarrollar nuestra propia mirada crítica: una que observe también a los algoritmos, cuestione sus supuestos y defienda los valores humanos frente a la lógica exclusiva del beneficio.
En un mundo donde todo parece medirse, recordemos que no todo lo valioso es cuantificable. Y que, como ciudadanos, podemos y debemos decidir cómo queremos que nos miren… y cómo miramos nosotros el mundo digital.
En la era del capitalismo de vigilancia, alfabetizarse en datos es alfabetizarse en poder.
Lecturas recomendadas
- Zuboff, S. (2019). The Age of Surveillance Capitalism. PublicAffairs. Enlace al libro
- Foucault, M. (1975). Vigilar y castigar. Siglo XXI Editores.
- Pigem, J. (2016). La nueva realidad: Del economicismo a la conciencia cuántica. Kairós.
- Han, B.-C. (2014). En el enjambre. Herder.
- D’Ignazio, C. & Klein, L. F. (2020). Data Feminism. MIT Press. Disponible en acceso abierto