La fractura de la realidad: cinco trucos mentales sutiles que moldean nuestras mentiras

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Autor/a

Antonio Matas-Terron

Fecha de publicación

14 de diciembre de 2025

La fractura de la realidad: cinco trucos mentales sutiles que moldean nuestras mentiras

I. El espejo roto de la racionalidad

La mente humana representa la cúspide evolutiva de la abstracción y la capacidad analítica. Sin embargo, esta misma estructura sofisticada muestra una debilidad seria ante el prejuicio epistémico (1). Aunque el cerebro está diseñado para la eficiencia, recurre inevitablemente a atajos heurísticos. En el entorno informativo contemporáneo, estos atajos, que alguna vez fueron herramientas de supervivencia, se han transformado en vulnerabilidades críticas, predisponiéndonos no sólo a ser engañados por fuerzas externas (la desinformación intencionada), sino a perpetrar el autoengaño de manera sistemática.

Se hace crucial distinguir entre la mentira externa y lo que aquí se denominará la “mentira cognitiva” o sesgo interno. Este último no es simplemente un error de cálculo, sino la condición de posibilidad para que el primero prospere. Los sesgos actúan como lentes deformantes que facilitan la aceptación de falsedades porque estas encajan mejor en un marco mental preestablecido. La paradoja reside en que la inteligencia nos permite construir sistemas complejos de entendimiento, pero la misma eficiencia de esos sistemas nos hace vulnerables a la simpleza de la creencia errónea.

El entorno en el que se ejerce la cognición ha cambiado radicalmente. La diferencia fundamental entre la tecnología antigua, como la imprenta, y la tecnología digital del siglo XXI no reside únicamente en la velocidad con la que se transmite la información (2). La transformación es mucho más profunda, afectando la naturaleza misma de las comunicaciones, el entorno en el que se consumen y el modo en que se utilizan. La era digital ha provocado una desintermediación, una ruptura de las estructuras tradicionales de validación (3).

En este nuevo contexto, se observan dificultades manifiestas para distinguir entre información y simple opinión, para calibrar el nivel de veracidad y, crucialmente, para establecer la confianza en las fuentes (3). Cuando los puntos de referencia objetivos se erosionan, la relación del individuo con la información pasa a ser gobernada fácilmente por instintos, emociones o sesgos personales y sociales. Esta dependencia de los impulsos internos fomenta, en su conjunto, una predisposición inherente de las personas a creer en la desinformación. La desintermediación digital hiere la confianza en las fuentes tradicionales de autoridad (prensa, ciencia, instituciones). Cuando las personas ya no pueden establecer la veracidad a través de canales confiables, se ven forzadas a depender de su criterio interno, lo cual amplifica el impacto de sus propias vulnerabilidades cognitivas.

II. Truco 1: El eco confortable o Sesgo de Confirmación

El Sesgo de Confirmación actúa como el más insidioso de los trucos mentales, funcionando como un filtro protector que garantiza la coherencia interna del yo. Este sesgo representa la tendencia fundamental a focalizar la atención o a seleccionar únicamente aquella información que confirma o evidencia ideas o creencias previas (4). La mente, en su búsqueda de estabilidad, no trata la realidad como un espacio neutral de investigación, sino como un almacén de pruebas que validen su opinión (narrativa) personal.

Este mecanismo tiene dos consecuencias directas:

  • En primer lugar, frente a diversas informaciones, el individuo tiende a conceder mayor credibilidad a aquella que se ajusta a sus propias creencias, omitiendo activamente el resto del espectro informativo y tomando decisiones inherentemente sesgadas.
  • En segundo lugar, el sesgo de confirmación no es solo un fenómeno individual. Al filtrar activamente la disonancia, el individuo contribuye a la formación de “cámaras de eco” sociales que evitan el disenso intelectual y refuerzan el tribalismo cognitivo.

Cuando este sesgo se proyecta sobre el panorama de la desinformación, sus efectos se magnifican. La difusión de narrativas falsas a menudo lleva consigo la propagación de una cosmovisión o comprensión de la realidad que responde a un interés ideológico específico de sus creadores y difusores (2). El Sesgo de Confirmación actúa como el mecanismo perfecto para que estos elementos desinformativos no solo sean aceptados, sino que, de hecho, no puedan ser corregidos por la evidencia externa. Esto afianza los criterios básicos del usuario para otorgar veracidad y moldea su actuación práctica en el mundo según un conjunto de premisas profundamente sesgadas.

La mentira interiorizada mediante este sesgo es realmente difícil de eliminar porque su función primordial excede la simple validación intelectual: protege la identidad social construida alrededor de esas creencias. Si la ideología se convierte en la base de la identidad, el costo de aceptar información disonante es la amenaza de exclusión, es decir, la pérdida de pertenencia al grupo que comparte la cosmovisión. El costo de la racionalidad se percibe entonces como la aversión a la pérdida de ese vínculo social, lo que impulsa un rechazo activo de cualquier evidencia que amenace su posición o identidad de grupo.

III. Truco 2: La arrogancia del ignorante o Efecto Dunning-Kruger

El Efecto Dunning-Kruger describe el sesgo donde la falta de conocimiento objetivo conduce a una sobreestimación radical de la propia competencia. La esencia de este fenómeno es la incapacidad de la persona incompetente para reconocer su propio desconocimiento (5). Esto genera la sensación de que el individuo puede “opinar de todo sin tener ni idea” un fenómeno cuya visibilidad se ha amplificado por plataformas que ofrecen un púlpito a cualquier voz sin necesidad de credenciales.

La manifestación más profunda de este sesgo es una arrogancia cognitiva, o hubris, que revela la fragilidad intrínseca de la inteligencia cuando interactúa con prejuicios epistémicos (1). La creencia adoptada bajo el influjo del Dunning-Kruger no es un simple error fáctico, sino una estrategia de supervivencia del ego. Si la verdad es inherentemente compleja, incierta o requiere un alto grado de conocimiento especializado, la mente prefiere la ilusión de la competencia que ofrece una creencia simple y errónea. El dolor psicológico de asumir la ignorancia se evita mediante la hiper-confianza, lo que resulta en el rechazo de la consulta experta y la adopción de una mentira que valida la autoridad propia (1).

La máxima de Sócrates, que establece que la verdadera sabiduría reside en el acto de reconocer la propia ignorancia, ofrece el antídoto filosófico fundamental para esta condición. La defensa contra esta arrogancia debe ser implementada de forma estructurada e intencional, operando fuera del criterio exclusivamente propio.

Las estrategias de mitigación requieren acciones concretas que obliguen al individuo a confrontar la realidad de su desempeño (1):

  1. Evaluación objetiva: Es necesario efectuar un balance periódico con base en objetivos específicos y cuantificables. Esto ayuda a ganar conciencia del estado actual para progresar más rápido.
  2. Retroalimentación externa: Es indispensable solicitar retroalimentación de personas que operen o sean especialistas en la actividad en cuestión, evitando depender exclusivamente del juicio interno.
  3. Consulta especializada: Se aconseja no tomar decisiones trascendentes sin haber consultado previamente a sujetos especializados ni haber formado una opinión exhaustiva sobre el asunto.

IV. Truco 3: La trampa del pasado o Falacia del Costo Hundido

La Falacia del Costo Hundido describe la tendencia a continuar con una empresa o un curso de acción debido a la inversión irrecuperable de tiempo, esfuerzo o dinero que ya se ha realizado (6). Este sesgo opera ignorando si los beneficios futuros justifican los costos actuales.

El resultado de esta falacia es que las decisiones que tomamos son irracionales, basadas en influencias del pasado en lugar de en la evaluación objetiva de las alternativas presentes, lo que ineludiblemente conduce a resultados subóptimos (7). La falacia describe la tendencia a seguir adelante con una empresa a la que ya nos hemos comprometido invirtiendo dinero, tiempo o esfuerzo, aunque esos costos no sean recuperables. El tiempo y los recursos invertidos en una creencia falsa no se perciben como perdidos si se continúa defendiéndola, aunque la persistencia solo cause un daño mayor.

Esta falacia se arraiga psicológicamente en el sesgo de la Aversión a la Pérdida (6). La aversión a la pérdida describe cómo el dolor de perder es psicológicamente más poderoso que el placer equivalente de ganar. Cuando se aplica a las creencias, el dolor no reside tanto en la pérdida material, sino en el reconocimiento del error y el dolor de tener que admitir que la inversión de tiempo y prestigio fue equivocada.

La implicación ética es clara, puesto que cuando se invierte tiempo y prestigio social en defender una creencia o una postura ideológica falsa, el reconocimiento de la falsedad se convierte en una pérdida de identidad y reputación, un costo hundido de naturaleza social. Para proteger el ego y la imagen pública de esa pérdida irrecuperable, la mente opta por persistir irracionalmente en la creencia subóptima. La inversión en la creencia se vincula a la identidad, activando la aversión a la pérdida y garantizando la inflexibilidad ideológica más allá de cualquier evidencia racional (6). Y por supuesto, esto también está relacionado con el fenómeno de disonancia cognitiva (tensión o incomodidad psicológica que experimenta una persona al mantener dos ideas, creencias o valores que se contradicen entre sí, o cuando sus acciones no concuerdan con sus creencias).

V. Truco 4: La facilidad de creer o Sesgo de Disponibilidad y Primado

El Sesgo de Disponibilidad es una heurística que hace que las narrativas o imágenes que son más fáciles de recuperar de la memoria sean percibidas como más probables o más veraces. Esta facilidad de recuerdo se asocia frecuentemente con la repetición y la carga emocional.

Ligado a la disponibilidad se encuentra el Efecto Primado o cebado (priming). Este efecto se produce cuando la exposición previa, incluso inconsciente, a un estímulo (como palabras o imágenes) influye en la respuesta a un estímulo posterior (4). El primado prepara la mente, haciéndola más receptiva a la aceptación sin la resistencia habitual del pensamiento crítico. De esta manera, las personas adoptan una postura sin analizar la información de fondo, basadas únicamente en el modo en que el concepto les es presentado inicialmente.

Las campañas de desinformación modernas explotan sistemáticamente estos sesgos mediante la repetición constante y el uso de lenguaje emocional (8). Lo que es emocionalmente cargado o se repite con asiduidad se vuelve altamente “disponible” en la memoria, eludiendo el procesamiento racional.

La estrategia detrás de esta táctica se basa en el agotamiento cognitivo. Los creadores de desinformación aprovechan la rapidez mediante la cual la información se transmite en el entorno digital para saturar el entorno informativo. El objetivo es desbordar la capacidad de procesamiento del receptor, forzándolo a depender de heurísticas rápidas. Si el análisis crítico requiere un esfuerzo cognitivo demasiado alto, la mente recurrirá al atajo más fácil y disponible: la mentira familiar y repetida se acepta porque su verificación requeriría un costo mental mayor que su simple aceptación.

VI. Truco 5: La invisible coreografía de la decisión o Efecto Marco - Encuadre

El Efecto Marco o Encuadre (framing) demuestra que la percepción de la realidad es profundamente maleable. La decisión que se toma a menudo se encuentra influenciada por el contexto o la forma en la que se nos presentan las distintas opciones (4).

Debido a este efecto, se observa que en el día a día, las personas adoptan innumerables veces una postura favorable hacia “algo” sin haber analizado la información subyacente, basándose únicamente en el modo en que les llega. Un mismo dato fáctico enmarcado en términos de riesgo o en términos de seguridad provoca reacciones y decisiones radicalmente diferentes, sin que el núcleo de la información haya cambiado.

La utilización de marcos cargados emocionalmente (miedo, indignación) es la táctica clave para el engaño. El lenguaje emocional ataca directamente los instintos del receptor, lo que permite que los sesgos personales y las emociones gobiernen la relación con la información (3). Al apelar a las emociones, se evita que el receptor active el procesamiento racional y se garantice una manipulación exitosa de la postura inicial.

En un contexto de desintermediación donde establecer la veracidad se ha vuelto complejo, el marco narrativo se convierte en el sustituto de la confianza en las fuentes. La mente se adhiere a la historia mejor contada o a la que genera una reacción emocional más fuerte, no necesariamente a la más precisa. Esto refuerza la difusión de una cosmovisión ideológica (2), demostrando que la manipulación ocurre no en la alteración de los hechos, sino en el modo en que se envuelven y presentan.

VII. La vigilancia epistémica

Reconocer la existencia de estos cinco trucos mentales es un imperativo que trasciende lo meramente académico, convirtiéndose en una cuestión de ética y responsabilidad cívica (9). La verdad no es un bien pasivo que se recibe, sino que requiere una defensa activa mediante el desarrollo consciente y constante del pensamiento crítico.

La única defensa sostenible contra las narrativas interesadas y la propagación de la confusión epistémica es el compromiso con la revisión rigurosa de los criterios básicos que utilizamos para otorgar veracidad a los elementos informativos. La mitigación de los sesgos cognitivos es, por tanto, una disciplina de constante vigilancia intelectual responsabilidad de la persona.

Las siguientes estrategias condensan los antídotos prácticos derivados de la psicología conductual y el análisis filosófico:

Cartografía de Trucos Mentales y Defensas Epistémicas

Truco Mental (Sesgo) Mecanismo Central Riesgo Epistémico Clave Antídoto Filosófico/Práctico
Sesgo de Confirmación Focalización selectiva de datos para validar creencias.4 Refuerzo de la cosmovisión ideológica y polarización.2 Búsqueda intencional de disenso y fuentes contrarias.
Efecto Dunning-Kruger Hubris o sobreestimación de la propia competencia.1 Rechazo a la experticia y arrogancia en el desconocimiento.5 Cultivar la humildad socrática; solicitar retroalimentación experta y cuantificar el estado actual.1
Falacia del Costo Hundido Aversión a la pérdida y apego a la inversión previa (tiempo, emocional, dinero).6 Persistencia irracional en errores; toma de decisiones subóptimas.7 Ignorar el pasado irrecuperable; reevaluar los costos marginales futuros.
Sesgo de Disponibilidad Confundir facilidad de recuerdo con probabilidad o veracidad (Primado).4 Vulnerabilidad a la repetición masiva y al lenguaje emocional.8 Ejercitar el análisis lento (Sistema 2); verificar el origen de la información vívida.
Efecto Marco (Framing) Influencia de la presentación, el contexto o el envoltorio emocional.4 Manipulación inconsciente de la postura inicial. Aislar activamente el núcleo fáctico del mensaje de su envoltorio emotivo o narrativo.

La liberación de la tiranía de estos trucos mentales exige un compromiso constante con la incomodidad de la duda metódica. El objetivo no es alcanzar una objetividad perfecta —una quimera— sino cultivar una relación más consciente y honesta con la propia fragilidad cognitiva. Sólo al reconocer que la racionalidad es una disciplina, y no un estado natural, el individuo puede empezar a construir una defensa real contra las mentiras que acechan tanto fuera como dentro de la mente.

Fuentes citadas

  1. EL EFECTO DUNNING-KRUGER (Documental de Psicología) - ¿Por qué la IGNORANCIA es tan ATREVIDA? - YouTube, acceso: diciembre 14, 2025, https://www.youtube.com/watch?v=5WJI3XwOLEI

  2. incidencias filosóficas actuales en la sociedad digital: ideologías, desinformación y confusión epistemológica - Arbor, revista, acceso: diciembre 14, 2025, https://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/2451/3730

  3. Desinformación en la era digital - Oficina C, acceso: diciembre 14, 2025, https://oficinac.es/es/informes-c/desinformacion-era-digital

  4. Principales sesgos cognitivos: nueve principios del comportamiento humano - woko, acceso: diciembre 14, 2025, https://somoswoko.com/blog/principales-sesgos-cognitivos/

  5. El efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea, acceso: diciembre 14, 2025, https://incansableaspersor.wordpress.com/2017/10/21/efecto-dunning-kruger/

  6. ¿Qué es la falacia del coste hundido? - The Decision Lab, acceso: diciembre 14, 2025, https://thedecisionlab.com/es/biases/the-sunk-cost-fallacy

  7. acceso: diciembre 14, 2025, https://thedecisionlab.com/es/biases/the-sunk-cost-fallacy#:~:text=La%20falacia%20del%20coste%20hundido%20significa%20que%20tomamos%20decisiones%20irracionales,y%20conduce%20a%20resultados%20sub%C3%B3ptimos.

  8. ESTRATEGIAS PARA REDUCIR LA DESINFORMACIÓN - Universidad de Costa Rica, acceso: diciembre 14, 2025, https://www.ucr.ac.cr/medios/documentos/2025/guia-de-estrategias-para-reducir-la-desinformacion-iip-ucr-2025-67cf7c0442b2c.pdf

  9. Sesgo cognitivo - Wikipedia, la enciclopedia libre, acceso: diciembre 14, 2025, https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_cognitivo