1 El fraude científico no es nuevo
El fraude en la ciencia, ya sea por intereses o por manipulación, ha estado presente desde hace tiempo. Desde el caso del hombre de Piltdown, pasando por Yoshihiro Sato, Paolo Macchiarini, y Andrew Wakefield, hasta lo que hoy se conoce como “fake science”.
Y no es exclusivo del mundo anglosajón. En España también hay investigadores con artículos retirados de revistas científicas —un indicio, aunque imperfecto, de posible mala praxis:

Fuente: manzanaspodridas.com
Asistimos una y otra vez a un ejercicio de corporativismo y defensa del defraudador que roza la indecencia y la inmoralidad.
Un caso ilustrativo es el del bioquímico López Otín, quien vio retirados 10 artículos por manipulación maliciosa de imágenes. A pesar de la gravedad, no se tomaron medidas institucionales. Puedes leer más en el post de Francis Villatoro (2019) y en la tertulia de Coffee Break, donde se analiza el caso desde el minuto 7.
Este tipo de fraude no ocurre solo en ciencias “duras” como la medicina o la biología. También se presenta en las Ciencias Sociales y Humanidades, aunque con menos repercusión mediática:
Los fraudes en Ciencias Sociales tienen menos impacto mediático porque sus consecuencias son bastante menos visibles pero igual de graves.
1.1 Ejemplos notorios de pseudociencia o mala praxis
- Efecto Mozart: No tiene respaldo empírico, pero sigue circulando ampliamente (Wikipedia).
- Publicidad subliminal: El famoso experimento de James Vicary parece haber sido más una treta de marketing.
- Inteligencias múltiples: Gardner las propuso como un marco heurístico, sin respaldo empírico fuerte, pero han sido malinterpretadas y sobreutilizadas.
> Las inteligencias múltiples no tienen base empírica, sin embargo, muchos investigadores y docentes se han puesto a hacer innovaciones educativas como si la teoría fuese palabra de Dios.
1.2 ¿Error honesto o fraude intencionado?
Hay que distinguir entre estudios erróneos realizados con buena fe y aquellos con manipulación deliberada. Para conocer más, se recomienda el sitio de Ángel Abril-Ruiz, que ofrece una perspectiva crítica del fraude académico.

Fuente: Semana.com
1.3 El origen estructural del problema
El sistema universitario fomenta el fraude al valorar sobre todo, el número de publicaciones en revistas de impacto, para que sus docentes promocionen.
La lógica del “publicar o perecer” ha generado un sistema perverso. Se prioriza:
- El tamaño de la muestra (que algunos inflan copiando datos)
- La “novedad” del tema (como el “pin parental”)
- Análisis complicados que nadie entiende
Una práctica fraudulenta es aumentar artificialmente el tamaño de una muestra copiando y pegando un mismo archivo cuantas veces sean necesarias.
1.4 ¿Qué hacer?
Tenemos dos opciones: remediar el sistema o normalizar el fraude. La segunda implica convertirnos en cómplices. La primera, aunque difícil, requiere dos frentes:
Promover investigación reproducible como sistema de control ético y técnico.
> Los sistemas de investigación reproducible son una forma bastante eficiente de controlar el fraude en la manipulación de los datos.Que los investigadores asuman activamente los valores éticos de la ciencia. Esta postura implica riesgo personal, ya que el denunciante puede convertirse en blanco de acoso o aislamiento.
2 Consecuencias del proteccionismo institucional
Las consecuencias de este corporativismo son: degradación de la Ciencia, desprestigio de las instituciones y que los ciudadanos crean en falsedades, lo que aumenta los problemas educativos, sociales, médicos, mentales, ambientales, etc.
2.1 Temas pendientes
Muchos temas han quedado fuera: el plagio, la explotación de doctorandos y becarios, las revistas predadoras y los abusos en revistas de pago por publicar (véase Antonio Bolívar)… Quedan para otro momento.