La capacidad de aprendizaje de la persona tiene una ligera desventaja frente a los entornos de aprendizaje. Mientras que la tecnología evoluciona a un ritmo sorprendente (según la Ley de Moore, cada 18 meses se duplica la potencia de los equipos tecnológicos), el cerebro humano necesita millones de años para experimentar pequeños cambios.
El cerebro puede contrarrestar esta desventaja gracias a dos grandes factores:
- La plasticidad neuronal, que le permite desarrollar sus capacidades según las demandas del entorno.
- El entorno social, que establece el marco cultural donde se desarrollan las capacidades cognitivas, indicando qué habilidades priorizar, qué metas establecerse, y qué se espera del individuo.
Aunque el aprendizaje se realice en entornos virtuales, en espacios simulados, o debajo de una choza, los mecanismos neuropsicológicos dentro del ser humano siguen siendo los mismos desde hace miles de años. En definitiva, el proceso de aprendizaje es el mismo de siempre, aunque el medio esté en constante evolución.
0.1 Estrategias en espacios 3D de enseñanza
No se trata de inventar nuevas estrategias, sino de adaptar las que ya se han demostrado útiles en la educación tradicional. Modelos como el constructivismo, incluyendo sus vertientes social y comunal, permiten comprender por qué una acción educativa funciona o no en un entorno virtual.
Puede parecer que esto carece de innovación, pero esta surgirá cuando las estrategias educativas actuales demuestren su eficacia (o no) en los mundos virtuales (MV).
Carlos Marcelo (2009), entrevistado por Learning Review, al ser preguntado sobre el rol del formador en un entorno 3D, afirmó:
“La experiencia que hemos acumulado a lo largo de este año, nos permite asegurar que el rol del formador en un entorno 3D cada vez se puede parecer más a las diferentes posibilidades metodológicas y de comunicación que tenemos en la formación presencial.”
0.2 ¿Qué enseñar en un MV?
La enseñanza clásica se estructura en conceptos, procedimientos y actitudes:
Conceptos: Definiciones, datos, fechas. En un MV pueden presentarse a través de texto, presentaciones multimedia, vídeos, gráficos, etc. Hay suficientes recursos para transmitir este tipo de contenidos.
Procedimientos: Son los grandes beneficiados de los entornos 3D. En la vida real, ciertos procedimientos no pueden practicarse por riesgos físicos o psicológicos. En un MV, mediante simulación, se pueden representar situaciones realistas para practicar sin consecuencias negativas. Por ejemplo, experimentos químicos peligrosos o programas de intervención psicológica.
Actitudes: Incluyen aspectos emocionales y afectivos. La transmisión de actitudes en entornos de teleformación ha sido limitada, pero los avatares expresivos en 3D permiten nuevas posibilidades. Se espera que en el futuro estos avatares transmitan emociones más complejas que favorezcan el aprendizaje actitudinal.